Uno de los vuelos que mas ganas tenía de hacer, era sobre la hermosa Itatí y obviamente sobre su imponente Basílica, y por suerte pudimos hacerlo! Siempre veía la Basílica cuando volaba en Paso de la Patria o San Luis del Palmar, como un puntito blanco que se dibujaba en el horizonte.
Itatí... bien puesto tu nombre!
No siempre coinciden los buenos días de vuelo, con los fines de semana o feriados, y tampoco coincidió en esta caso. Unos días antes, ya habíamos hablado con Juanjo Colombo para ir a volar a Itatí. Ese martes 4 de junio de 2013, era un día que prometía muy alta presión, viento casi nulo, linda temperatura, un cielo sin nubes; y atmósfera limpia que daría una muy buena luz para las fotos. También se sumo Loke al vuelo.
Las obligaciones siempre apremian, pero nos hicimos de un poco de tiempo y salimos para Itatí a las 15:00 hs. con intenciones de despegar a las 16:30 hs. desde el campo de un amigo, que nos había autorizado a usarlo como lugar de vuelo. Itatí nos quedaba al Este de nuestro despegue, a unos 6 km.
Al llegar al lugar, las condiciones eran óptimas como preveíamos y despegamos: Primeros metros en el aire y siento un golpe muy fuerte en la hélice, no pensaba abandonar el vuelo y seguí volando, por suerte sin problemas... si quieren saber que pasó, pueden leer éste otro artículo del blog.
Ya en vuelo a Itatí, empezaron a sorprenderme los paisajes. Arroceras en contraste con montes nativos vírgenes y el Arroyo El Atajo, se dibujaban por debajo mío; mientras las calles de Itatí se empezaban a dibujar entre sus árboles, y la Basílica se hacía mas y mas grande!
La Basílicia de Itatí es imponente. Es la estructura construida por el hombre mas alta de toda la zona, incluidas las ciudades de Corrientes y Resistencia. Ningún edificio pasa los 70 metros y la Basílica de Itatí supera holgadamente los 80 metros de altura. Pueden imaginarse que en una ciudad tan pequeña como Itatí, y en una planicie como lo es Corrientes; y sumando que esta a escasos metros del Río Paraná, su figura se vuelve impactante.
Ya sobre la ciudad, casi sin darme cuenta empecé a silbar un tema de Pocho Roch que se llama "Palabras a Itatí" y cuya música y letra pueden escuchar en el video del amigo Carlos Ubaldo Maciel que mas abajo aparece.
Debo reconocer que a pesar de ser una persona que profesa la religión Católica, no me caracterizo por ser un gran seguidor de sus ritos. Me cuesta entender y sentir ciertas manifestaciones populares de la Fe de nuestra tierra; y que mas allá del respeto que siento y me merecen; no logran conmoverme como veo que a otras personas si lo hacen. Las peregrinaciones a Itatí por ejemplo, es una muestra de Fe que me sorprende, pero que no me conmovía... hasta este vuelo.
Una sensación especial fue creciendo dentro mío cuando rodeaba a Itatí y a su Basílica a unos 200 mts. de altura; el silbido se fue haciendo un canto -si total nadie me podía escuchar mientras volaba- y una alegría especial se apoderaba de mi, mientras volaba. Las imágenes se sucedían una tras otra, el río de fondo, las calles de tibio arenal que se quiebran junto al barrancal, tapizadas de tipichatí. Pocho Roch había descripto tan bien a Itatí en su canción.
Giro hacia el Oeste y ya el sol se empezaba a arrimar al horizonte, refljándose sobre el Río Paraná; me fue inevitable cantar -a los gritos a esta altura- "...ver que la tarde se pierde sobre el Taba Cué..." e inmediatamente darme cuenta que pude conocer la pálida luz que vive tras el ver de la Pacurí.
Como explicarles queridos amigos lo que sentía, a esta altura ya estaba cantando por el intercomunicador con mis otros amigos voladores, quienes debieron soportar una versión "aérea" que escribí de esta hermosa melodía y que tal vez algún día me anime a mostrarles.
Al estar sobre la Basílica, en posición cenital; realmente sentí una emoción muy profunda, muy cristiana. Tuve mi encuentro, mi especial peregrinación con nuestra Madre de Itatí, que dulce me sonrió, como lo hizo con la gente de hablar guaraní.
Fue inevitable el recuerdo de mi Papá, quien seguramente me verá un poco mas de cerca cuando vuelo. A esta altura, las lágrimas ya eran inevitables; aunque por suerte pude echarle la culpa al viento que me daba en los ojos...
Basílica Nuestra Señora de Itatí
Ya sobre la ciudad, casi sin darme cuenta empecé a silbar un tema de Pocho Roch que se llama "Palabras a Itatí" y cuya música y letra pueden escuchar en el video del amigo Carlos Ubaldo Maciel que mas abajo aparece.
Debo reconocer que a pesar de ser una persona que profesa la religión Católica, no me caracterizo por ser un gran seguidor de sus ritos. Me cuesta entender y sentir ciertas manifestaciones populares de la Fe de nuestra tierra; y que mas allá del respeto que siento y me merecen; no logran conmoverme como veo que a otras personas si lo hacen. Las peregrinaciones a Itatí por ejemplo, es una muestra de Fe que me sorprende, pero que no me conmovía... hasta este vuelo.
La Basílica y su plaza, donde tanta gente se reune en la Peregrinación
Una sensación especial fue creciendo dentro mío cuando rodeaba a Itatí y a su Basílica a unos 200 mts. de altura; el silbido se fue haciendo un canto -si total nadie me podía escuchar mientras volaba- y una alegría especial se apoderaba de mi, mientras volaba. Las imágenes se sucedían una tras otra, el río de fondo, las calles de tibio arenal que se quiebran junto al barrancal, tapizadas de tipichatí. Pocho Roch había descripto tan bien a Itatí en su canción.
Giro hacia el Oeste y ya el sol se empezaba a arrimar al horizonte, refljándose sobre el Río Paraná; me fue inevitable cantar -a los gritos a esta altura- "...ver que la tarde se pierde sobre el Taba Cué..." e inmediatamente darme cuenta que pude conocer la pálida luz que vive tras el ver de la Pacurí.
Ver que la tarde se pierde, sobre el Taba Cué
Como explicarles queridos amigos lo que sentía, a esta altura ya estaba cantando por el intercomunicador con mis otros amigos voladores, quienes debieron soportar una versión "aérea" que escribí de esta hermosa melodía y que tal vez algún día me anime a mostrarles.
Juanjo Colombo, volando sobre la pálida luz tras el verde de la Pacurí
Al estar sobre la Basílica, en posición cenital; realmente sentí una emoción muy profunda, muy cristiana. Tuve mi encuentro, mi especial peregrinación con nuestra Madre de Itatí, que dulce me sonrió, como lo hizo con la gente de hablar guaraní.
Vista cenital de la Basílica de Itatí
Fue inevitable el recuerdo de mi Papá, quien seguramente me verá un poco mas de cerca cuando vuelo. A esta altura, las lágrimas ya eran inevitables; aunque por suerte pude echarle la culpa al viento que me daba en los ojos...
Gracias por leer.
"Palabras a Itatí". Letra y Música de Pocho Roch. Composición realizada por Carlos Maciel, con fotos de su autoría y propiedad.
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